domingo, 12 de junio de 2011

CRÓNICAS DESDE LA RESISTENCIA: CEUTA

Estos días no he tenido ni un minuto para subir artículos al blog, y desde luego están pasando cosas que aquí requerirían de nuestro modesto eco. Al margen de todo ello, a destacar la vuelta por motivos profesionales que me tuve que dar por Ceuta hace unos días. Ahí va mi pequeña crónica.

Ir a la Ciudad Autónoma de Ceuta desde Barcelona precisa de cierto despliegue, en mi caso tomé un avión hasta Málaga y de allí un helicóptero hasta mi destino. La otra opción sería bajar a Algeciras y cruzar el estrecho en barco, pero a una mayor inversión de tiempo se le unía el mareo que me produce subirme a cualquier embarcación; además, a estas edades ya cuesta encontrar experiencias nuevas y el helicóptero desde luego lo era.




Después de 25 minutos de vuelo, que me permitió sacar alguna foto interesante desde el móvil estaba en tierra ceutí.






En aras a la sinceridad, lo primero que me sorprendió fueron sus modestas dimensiones, con apenas 5 km de distancia a la frontera con Marruecos, Ceuta se configura como una pequeña ciudad enclavada entre el mar en la llamada península de Almina. Los datos refieren unos 80.000 habitantes, aunque esa cifra pueda parecer muy optimista a primera impresión; en todo caso existe gran cantidad de población flotante y funcionarial por las circunstancias obvias, que seguro que hacen fluctuar los valores demográficos constantemente. La esperada influencia magrebí fue una de las primeras impresiones que pude captar con el móvil.





La preceptiva vuelta de reconocimiento, me descubrió una pequeña playa urbana y diferentes edificios destinados a los cuerpos policiales, Guardia Civil, Policía Nacional y como no la Legión, que contaba con un museo a escasos metros del paseo marítimo; me llamó poderosamente la atención su lema "Legionarios, a morir".





La zona de ocio se concentraba al lado de la réplica del "Parque Mediterráneo" de Cesar Manrique; como el que suscribe ha estado mucho por Canarias, he de reconocer que toda mi estancia en Ceuta me trajo reminiscencias del archipiélago, tanto a nivel estructural como incluso de las modestas percepciones culturales que me permitió mi corta estancia.

Me recluí en el hotel para preparar el juicio, y mi habitual insomnio me acabó permitiendo disfrutar de una sesión de Kraftwerk a altas horas de la madrugada por los 40 TV!! semejante bodrio de cadena parece que se permite el lujo de programar música de calidad con ánimos intempestivos.




La mañana siguiente la pasé esperando una vista que al final se suspendió, con lo que toda aquella travesía dejo de tener cierto sentido y me convoca de nuevo para el mes que viene en la Ciudad Autónoma. A destacar la especial configuración que tienen los Juzgados de lo Penal enclavados en una especie de centro comercial, la aparente falta de medios era suplida por unas funcionarias sumamente agradables, ironías del mundo de la justicia. Volveré a ver sus sonrisas dentro de treinta y tantos días.